El diseño sustentable es fundamental, ya que se refiere a la capacidad que tiene la sociedad para hacer un uso consciente y responsable de sus recursos, lo que está directamente relacionado con el crecimiento económico y la protección del medioambiente. La diseñadora industrial Margarita Talep comenzó a desarrollar estudios a partir de la idea de economía circular con el objetivo de eliminar residuos, mantener productos y materiales en uso, regenerando los sistemas naturales.

La función del diseñador en la economía circular es estar relacionado con cada etapa de la vida del producto, con cómo se va a producir o fabricar y bajo qué condiciones. Es por esto que la diseñadora se centró en los biomateriales, específicamente en los producidos por microorganismos, como la caseína o las algas.

El primer proyecto que llevó a cabo fue Caseína, elemento que se obtiene del suero de la leche, y que permite reutilizar los propios desgastes de las industrias: “Detrás de este proyecto hay una experimentación, que yo creo y pienso que es la etapa más importante que uno hace cuando uno desarrolla un material”, dijo Talep.

Para la diseñadora industrial el concepto de biocompuestos es relevante para la búsqueda de nuevos materiales, ya que estos pueden complementarse y otorgarse propiedades más coherentes en el resultado. Eso ocurrió con Caseína y con otro proyecto llevado a cabo con cáscaras de huevo en conjunto con un biopolímero, brindando nuevamente dureza al material: “Uno no se da cuenta de lo que está haciendo el material, a uno le está hablando y uno tiene que tener la capacidad de sacar la información”, comentó.

Desintegra.me, el proyecto de título de Margarita Talep, se basó en la elaboración de bioplástico de uso efímero, a través de materia prima extraída de las algas, con el objetivo de concientizar sobre el uso excesivo de los materiales por parte de los consumidores. En un comienzo de la investigación, la diseñadora se cuestionó por qué se destinan materiales indestructibles a productos que son altamente desechables, por lo que decidió comenzar con la experimentación y llevar al extremo al material, con el fin de ver qué resultados se obtienen.

Consciente de su objetivo incluso utilizó piel de fruta o verdura en descarte a modo de pigmentación del material. Asumió los riesgos de utilizar algas, las cuales corren peligro de extinción, por lo que la diseñadora industrial considera que el consumo debe ser limitado, ya que los materiales nunca crecen ilimitadamente: “Entre más conciencia tengamos sobre las variables que componen un proyecto y sus procesos de diseño, obtendremos resultados más sustentables y por ende un mejor diseño” concluyó Talep.

Puedes ver la charla completa a través de UDDTV.