Estudiantes de cuarto año fueron invitados a participar en la elaboración de un objeto de cobre funcional, el cual luego será comercializado y distribuido en todo Chile.
Este jueves 3 de marzo la empresa República del Cobre, especializada en la creación de productos de cobre de uso cotidiano, llegó a la Facultad de Diseño de la Universidad del Desarrollo con un importante desafío para los alumnos: crear un nuevo producto para su marca. ¿El pie forzado?, debe ser un objeto funcional para el bar o la cocina, el cual será desarrollado y distribuido por la compañía.
En el marco del programa RED, que tiene como objetivo la vinculación de la Facultad de Diseño con organizaciones públicas y privadas para fomentar el aprendizaje experiencial en contextos reales, es que los estudiantes del Taller de Objetos III de cuarto año de la mención Espacio y objeto, fueron invitados a trabajar en la elaboración de dos productos, una botella de agua y algún artículo del hogar que sea funcional.
Un jarro para pisco sour, platos para mariscos y vasos piscoleros, son algunos de los productos que ofrece República el Cobre. El sentido de estos utensilios es no solo ser un objeto funcional, si no que además, ayuden a crear un sello que nos identifique como país, como es el uso del cobre en objetos domésticos que son parte de nuestra cultura.
Los cofundadores de la empresa José Manuel Kolubakin y José Manuel Díaz expusieron frente a los alumnos la propuesta del proyecto que consiste en la elaboración de una botella de agua y un artículo para la cocina o el bar. “La invitación es crear un producto que nos permita posicionarnos de una manera distinta en el mundo a través de un elemento, la idea es transformarnos en una vitrina país, de diseño e identidad y que eso genere orgullo”, explicó Díaz y agregó que las expectativas con esta alianza privada académica, son altas. “Ojalá que de aquí salga uno, dos o tres diseños de alumnos que el día de mañana pasen a ser parte de la historia de esta creación de identidad”, añadió.
Este encargo es una gran oportunidad para que los alumnos incursionen en una experiencia real, con un producto de diseño de exportación. “Queremos que el cobre tenga un valor agregado de verdad y no se nos reconozca como una industria meramente extractiva”, agregó Kolubakin.
“La invitación es que los diseños y las creaciones y las innovaciones que hagamos pasen a ser parte de la historia de un país que tiene una deuda cultural y tiene una deuda de este elemento que lo tenemos muy oculto”, cerró Díaz.