Bernardita Brancoli es Directora de Extensión y Educación Continua de la Facultad de Diseño de la Universidad del Desarrollo, Directora Centro de Diseño de Universidad del Desarrollo. Diploma en Diseño Tipográfico, UC., Magister en Historia y Gestión de Patrimonio Universidad de los Andes.
Entrevista por Paulina Contreras
La Facultad de Diseño UDD ha desarrollado diversos proyectos que han aportado al rescate y puesta en valor del patrimonio cultural Chileno, y muchos de los proyectos que usted ha desarrollado han aportado a la consolidación de la línea de investigación «Diseño y patrimonio». ¿Cuál ha sido su principal interés por enfocar sus investigaciones en ésta área?
Mi interés por desarrollar proyectos en esta área va de la mano con mi desarrollo profesional como diseñadora. Desde que estaba en la universidad trabajaba colaborando en la Feria de Artesanía Tradicional de la Pontificia Universidad Católica, entrevistando artesanos, diseñando los afiches e imagen gráfica de la feria en general y colaborando en los montajes.
Luego recién egresada fui invitada a participar en proyectos de investigación arqueológica de Arte Rupestre en el norte de Chile, especializándome en el dibujo de pinturas y grabados. También por otra parte mi proyecto de título de pregrado y posgrado los realicé en desarrollo e investigación en museos. Siempre el área de la cultura y la gestión de patrimonio se han cruzado en mi camino.
Creo que nuestro país tiene mucha riqueza en esta área, ya sea en áreas como la arqueológica, artesanía, oficios etc. Toda esta riqueza convive con la modernidad, aún podemos encontrar en Chile muchos artesanos, tejedores, zapateros, talabarteros, alfareros y creo que desde el diseño hay mucho que hacer para registrar y poner en valor este patrimonio para las futuras generaciones.
Es por esta razón y gracias a una beca conducente a grado otorgada por la UDD, me especialicé en esta área, estudiando un magíster en Historia y Gestión del Patrimonio Cultural en la Universidad de los Andes. Creo que es importante contar con herramientas académicas y de investigación además de las profesionales para profundizar en esta área. Trabajar con artesanos, maestros y comunidades requiere de mucha responsabilidad y compromiso, ya que han existido iniciativas de proyectos que no han llegado a dar frutos, generando frustración y desgaste por parte de los artesanos. Según un estudio del CNCA para el desarrollo de la política nacional de diseño, los artesanos no quieren trabajar con diseñadores. Creo que aportar desde la investigación para relevar el conocimiento puede ayudar a crear puentes desde el diseño hacia los oficios y comunidades.
Como Investigadora ¿Cuáles han sido los principales proyectos que ha liderado en esta línea de Investigación?
Recientemente trabajé junto a la profesora Joyce Berstein en un proyecto que busca rescatar la historia, los diseños y los procesos de fabricación de las baldosas hidráulicas en la ciudad de Santiago. Este proyecto obtuvo financiamiento de concurso Fondart 2016, área patrimonio y la investigación concluyó con una publicación, una exposición en el Centro Cultural La Moneda y una serie de talleres de difusión que enseñaban a fabricar y a pulir baldosas.
Otros proyectos importantes han sido la colaboración en cuatro proyectos Fondecyt, liderando equipos de dibujo de pintura rupestre en el Alto Loa. Este registro me ha llevado conocer lugares impresionantes del norte de Chile, trabajando en condiciones extremas en el desierto de Atacama, a más de 3.000 mts sobre nivel del mar, con temperaturas que varían entre los -10º y 30º. Es un trabajo que me encanta realizar ya que implica una gran responsabilidad, ya que quizás nadie en siglos va a tener el privilegio de dibujar esas pinturas y quizás por condiciones de conservación ya estas ya no existan.
Como Editora de la Revista Base Diseño e Innovación ¿Cuál es el principal objetivo de esta publicación académica? ¿Cuáles han sido los principales logros ad portas de su cuarto número?
La revista Base Diseño e Innovación es una publicación académica anual, que busca poner de relevancia cómo el diseño es factor clave en la generación de innovación. Su propuesta radica en generar contenidos y vivenciar experiencias entre quienes han establecido al diseño como una herramienta para la innovación, el emprendimiento y el desarrollo. Al centrarse en el usuario y sus necesidades, el diseño cobra relevancia para competir en mercados distintos, siendo una disciplina capaz de transformar realidades.
Base es un espacio de intercambio multidisciplinario, que permite la difusión del diseño y también dar a conocer las oportunidades que trae la incorporación del pensamiento su diseño en procesos de distintas áreas de la realidad local. Por ello, sus contenidos están ligados a profesionales, organizaciones, empresarios y gobierno, quienes sean capaces de generar un intercambio de experiencias y sean inspiradores respecto de ciertos cambios de paradigma respecto a la lógica de trabajo a nivel local, sin dejar de lado la experiencia global.
Recientemente la publicación suscribió un convenio con la Bienal Iberoamericana de Diseño. Nuestra revista está siendo difundida a través de su plataforma y recibiremos a partir de este número artículos académicos desde la Bienal. Es un orgullo ya que ellos tienen convenio con la revista Experimenta y nosotros.
Además la revista fue premiada en la categoría Innovación el año 2016 por la Asociación de impresores de Chile ya que usa tecnología antimicrobiana gracias a un barniz que tiene partículas de cobre.
A nivel nacional ¿Qué ventajas y particularidades tiene nuestro país para desarrollar investigación y generar conocimiento desde la disciplina del diseño? ¿Cuáles están siendo sus principales retos y oportunidades?
Es importante desarrollar investigación a partir del diseño, esta disciplina en su base teórico-práctica comparte elementos propios de la investigación como la curiosidad, la observación, y la etnografía, si a esto lo complementamos con herramientas de análisis y composición dan como resultados proyectos de investigación muy potentes, que ayudan a comprender proyectos del área patrimonio. Claros ejemplos son el proyecto de rescate iconográfico de El Estribo Chileno de Úrsula Bravo y Camila Undurraga y el proyecto de Baldosas de Santiago.
Otra particularidad de estos dos proyectos es que sus resultados han sido compartidos a la comunidad a través de exposiciones y publicaciones. Esto colabora a acercar la investigación y el diseño a las personas, ayudando a comprender y empatizar con lo estudiado y también a revalorizarlo.
Como editora de la Revista Base, Autora del Libro Baldosas de Santiago, y ganadora de diversos fondos de financiamiento Fondart, Corfo, entre otros… ¿Cuáles son sus nuevos desafíos a nivel de investigación? ¿Cuáles son las proyecciones para sus proyectos ya consolidados?
Desde ya estamos trabajando para indexar nuestra publicación académica, es un trabajo largo que requiere de mucha dedicación, pero estamos en eso.
Me encantaría seguir con la investigación de diseño de baldosas hidráulicas. Hacer un proyecto de Valparaíso, ya que al ser una ciudad puerto sus pisos tienen una enorme riqueza visual ya estas que llegaban en barcos como lastre. Y por qué no hacer la ruta de la baldosa desde España, especialmente Cataluña que fue la cuna del diseño y producción de este producto a nivel mundial.
Otro proyecto que tengo en espera es hacer un libro de dibujos de pintura rupestre, tengo alrededor de 1.000 pinturas dibujadas de una enorme riqueza y que muy pocos en Chile conocen y que publicarlas sería un aporte a la historia de nuestra identidad visual como país.