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Experiencias Docentes, Nicolás Parraguez: «El diseño se está convirtiendo en un verdadero motor que mueve la economía, las fábricas y la sociedad en general»

Superar desafíos y plantearse constantemente nuevos retos es la visión que mueve a este profesor de Diseño UDD al momento de encauzar a sus alumnos. “Me gusta que desarrollen las ansias de salir de su zona de confort, que tomen riesgos en sus proyectos para que aparezcan en ellos capacidades fundamentales en un diseñador como son la creatividad, la innovación y la sustentabilidad”, resume, y añade que una de sus grandes fortalezas como docente es la motivación, “creo que soy un buen gatillador de energías positivas y logro conectar  bien con los alumnos para movilizarlos, explotar sus habilidades y fomentar en ellos las ganas de trabajar y aprender”. 

CERCANÍA QUE ENCANTA 

Por algo, durante su trayectoria en nuestra universidad, que se inició en 2012, ha obtenido varios reconocimientos, entre los que sobresalen; Mejor profesor mención Espacios y Objetos y profesor de Excelencia mención Plan Común, ambos otorgados en 2019. “Partí en la UDD tras regresar de un magíster en Diseño Urbano en la Universidad de Barcelona y lo primero que enseñé fueron dos cursos de la malla antigua: Representación gráfica y Laboratorio de ideas, después he hecho las asignaturas Taller de ideación y creatividad, Visualización de ideas y los Talleres de Diseño de Objetos I y II y de Espacios II, III y IV, entre otros”. Estas experiencias le han permitido conocer a los futuros diseñadores desde su ingreso a las aulas hasta su titulación y transformarse en el responsable de la actividad inicial de bienvenida a la carrera desde 2021. 

Conexión única 

La Experiencia Puente, como se le llama al hito de ingreso de los estudiantes a la carrera de Diseño, tiene como finalidad introducir a los novatos en la disciplina. «Esta iniciativa, que se lleva a cabo a principios del primer semestre en la UDD orienta a los alumnos que recién entraron, a través de una instancia que sintetice lo que vivirán durante sus diversas etapas formativas”, enfatiza. 

Un ejercicio en equipo que se efectúa durante dos días y que permite conocerse entre compañeros, además de desafiarlos a comprender y materializar su primer proyecto de diseño. Un ejemplo, es el de la más reciente versión a inicios de 2023. “Este año, el reto apuntaba a construir una reposera y trabajar en el estampado de una tela que incluyera el diseño de patrones y texturas”, detalla el diseñador industrial, y agrega que, “los alumnos debieron seguir las instrucciones de un manual y conseguir el cometido de manera colaborativa, obteniendo al final de la instancia, 30 sillas que pudiesen ser usadas por el resto del alumnado de la Facultad en Santiago”. 

¿El balance de esta actividad? Los estudiantes aprendieron a leer la planimetría y a empatizar con el lenguaje asociado al mundo del Diseño, además de interactuar, trabajar con algunos materiales y visualizar lo que será su carrera.   

“Sugiero a los futuros diseñadores continuar expandiendo las fronteras de esta disciplina, atreverse a vincularla con cualquier ámbito donde sea útil, pues eso le dará un enorme potencial, sobre todo si se expande a áreas de nuevas tecnologías como, por ejemplo, la inteligencia artificial”. 

UNA GUÍA EN EL CAMINO 

En la UDD, el objetivo es que los alumnos se inspiren y sean agentes de cambio desde el día uno que se integran a sus aulas, pues tal y como recalca Nicolás Parraguez, “los diseñadores estamos llamados a ser creativos e innovadores y, por lo mismo, como docentes debemos buscar la forma de generar y gatillar en ellos nuevas instancias de aprendizaje que los desafíen y ayuden a potenciar sus competencias”. 

Prueba de lo anterior, es la manera en que este docente imparte sus asignaturas. “Yo hago hartas clases en primer año y como los perfiles de los estudiantes han cambiado tanto, debo preocuparme de establecer ejercicios que sean motivantes y llamen su atención.  El futuro apunta a que los profesores seamos más guías que catedráticos, que compartamos con los alumnos nuestras experiencias y guiemos las reflexiones que van surgiendo con cada idea o proyecto. Ahora es básico la conversación, el trabajo en equipo y las revisiones cruzadas entre compañeros”, explica.  

Mirada para enfrentar la docencia que también aplicó durante la pandemia. “El covid-19 nos dio vuelta la tortilla, pero con creatividad e ingenio pudimos encontrar los caminos para seguir enseñando, sea a través de la cámara o con el reciclaje de materiales domésticos.  De hecho, uno de mis mejores proyectos finales estuvo ligado al Parque Cantillana y el desarrollo de habitáculos, lugar que nunca pudimos visitar, pero donde el cliente nos facilitó videos, imágenes, planos y mapas para concretarlo”, enfatiza. 

OPORTUNIDAD PARA EXPLORAR 

Capacidad para convertir los problemas en oportunidades de mejora que Nicolás Parraguez empezó a fomentar desde su etapa universitaria: “Cuando salí del colegio, quería estudiar Arquitectura en la Chile, di la prueba, no quedé, y opté por ingresar a Diseño Industrial en la misma universidad. Al mes me enamoré de esta disciplina, que al principio me tincó más de guata que de cabeza. Al poco andar me di cuenta de que tenía habilidades para el dibujo y la comprensión de los espacios y además me encantó el rol social de esta carrera y su incidencia concreta en las personas”.      

Y no solo eso, pues la enseñanza caló hondo en su futuro como profesional: “Tuve la suerte de pertenecer a una generación que sobresalía por sus ganas de avanzar y donde nos tocaron profesores de excelencia que me marcaron mucho y generaron en mí el bichito de la instrucción”, comenta.   

Una faceta a la que se suma su veta de emprendedor, pues durante su trayectoria fundó el Taller Animal, estudio dedicado a desarrollar diseño mobiliario, exhibiciones, ferias e identidad gráfica, entre otros.   

Sin embargo y al hablar de sus aciertos profesionales, Nicolás no puede dejar de nombrar la experiencia que llevó a cabo en conjunto con el Ministerio de Vivienda y Urbanismo (MINVU): “creo que un proyecto que me llena de orgullo fue la elaboración del Manual de Elementos Urbanos Sustentables y, específicamente, el capítulo relativo a Mobiliario Urbano, pues tiene gran relevancia en iniciativas de carácter público como plazas o parques”. 

A la hora de promover buenos hábitos en los futuros diseñadores, Nicolás sugiere que, “es importante inculcar en los estudiantes costumbres como la rigurosidad y calidad en las entregas, la fácil lectura de los entregables y en la capacidad de seducir a los clientes con sus productos”. 

Si de tendencias se trata, este docente valora de sobremanera el vínculo creado entre sus asignaturas y la mención Interacción Digital. “Desde hace tres años trabajo de forma continua con este tipo de enseñanza, despertando en mí una enorme inquietud por el nexo que se puede provocar entre tecnología y el desarrollo de objetos y espacios (…). Arduinos, sensores y sistemas que permiten interactuar y abren un mundo de gran potencial para el diseño”. 

MÁXIMOS REFERENTES 

Al pronunciarse sobre ejemplos a seguir, Nicolás Parraguez enuncia sus favoritos en distintos ámbitos. “Me gusta mucho Enzo Mari, un diseñador italiano que señalaba que los proyectos deber ser intrínsicamente funcionales, democráticos y accesibles. Por el lado más lúdico e infantil, me fascina el diseño de juguetes como Lego y Playmobil, y si a libros se refiere, un imperdible para leer es The Great Pretender de Theo Jansen”, sintetiza.